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lunes, 25 de julio de 2011

Desde India con amor (pero sin tildes)

Dieciocho horas despues de ponernos en marcha en Madrid, pasando por Londres, y tras un muy largo, aunque entretenido, segundo vuelo con British Airways, por fin llegamos a Bangalore, la Ciudad Jardin, capital del Estado de Karnataka.

El aeropuerto es nuevo y moderno, como nueva y mas o menos moderna es tambien esta ciudad del suroeste del pais, que se encuentra situada en la meseta del Decan. Por sus muchas empresas de software, ingenieria aeroespacial y telecomunicaciones, se la conoce como la Silicon Valley de esta parte del mundo. Es la quinta ciudad mas grande de la India y la tercera mas poblada (gracias, Wikipedia), con unos ocho millones y medio de habitantes. En cuanto se llega, se percibe que no falta ni uno. Eramos pocos y pario la abuela, diran, al vernos llegar en masa en aviones.

Tras cambiar un poco de dinero en el aeropuerto y avisar a casa de nuestra llegada, nos dispusimos a coger un taxi concertado cuyo conductor llego puntualmente con un cartelito en el que aparecian nuestros nombres. Esto lo habia organizado Silvia, la amiga madrilegna que nos iba a dar cobijo esa noche. Apenas estaba amaneciendo y ya estaba todo lleno de vida. Es una autentica pasada, y yo, a pesar de que ya estaba advertida de como era el trafico en la India (y hoy esta todo bastante tranquilo porque es domingo), voy todo el rato con la boca abierta. Me impresiona el orden que existe dentro del caos de bocinas constantes e insistentes, de coches, camionetas, autorickshaws y motocicletas que aparecen por todas partes, peatones que se cruzan todo el rato y ¡las vacas! por supuesto.

El dia en Bangalore y la visita al templo de Shiva merecen capítulo aparte y ahora no tengo tiempo de pararme porque en un ratito nos marchamos a la Fundacion Vicente Ferrer cerca de Anantapur, asi que queda pendiente.

De vez en cuando me encanta pasar algun tiempo en un pais que no es el mio. Con cada estancia mas o menos larga fuera de Espagna siempre se confirma lo que ya apunto Claudio Magris (aunque no recuerdo las palabras exactas): viajar sin agencias ensegna a experimentar el desarraigo y a sentirse extranjero, y aunque, de lejos, esta afirmacion pueda parecer negativa, es en realidad todo lo contrario: sentirse extranjero entre extranjeros es casi siempre la unica forma de entender al extranjero en nuestra casa y de que los hombres nos sintamos verdaderamente hermanos.




Vista panorámica de la 'Garden City'


3 comentarios:

  1. Edurne! Qué guay que estés ya en mi país, y qué lástima que no esté yo en Bangalore. Que lo paséis muy bien tú y Rafa.

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  2. Sin problema por la ausencia de tildes!!Deseando seguir leyendo el relato!
    Besos

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  3. ¡Namaste!(Hola en indi),nan (si),nei (no).No te olvides decir:shukria(gracias).Yo sé que tú aprenderás algo por tí misma ,he oído por ahí que se te dan bien los idiomas,y yo como soy tu madre me lo creo.
    Meen tumhen yaad karónga,es decir,te echaré de menos.Ya veo que estás disfrutando más que tu sobrino en la piscina(queda muy mal lo "un cochino en un charco").Disfrutad mucho!Os mandamos besos cantidubi.
    papá y mamá

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