Salimos del ashram de Amma, contentos y abrazados, en direccion a Allepey, que viene a ser algo asi como el punto de partida para visitar las backwaters, que que son las backwaters?, os preguntareis aquellos de vosotros que no hayais hecho la primera comunion, pues como ya hay gente que lo ha contado, eso que me ahorro yo, asi que copio y pego del blog de "la sociedad geografica":
Los backwaters son una red de casi 1.000 kilómetros de canales, deltas, estuarios y lagos navegables ubicados en la costa sureste de la India, junto al Már Arábigo.
Alojan múltiples y hospitalarios pueblos de pescadores que viven como hace cientos de años, con sus rústicos utensilios y las características redes chinas, utilizadas desde el siglo XIV. También son típicos de la zona los campos de arroz o té y la sorprendente variedad de especies de aves, que conforman un paisaje asombroso y una reserva ecológica salpicada de exóticos parques naturales.
Pero no tuvimos suerte con el tiempo y ante el riesgo de tormentas, que finalmente no se produjeron, decidimos no aventurarnos a hacer un recorrido por las backwaters. Y como en Allepey no hay mucho que hacer, volvimos a ver la pelicula boliwodiense rodada en España en la que unos amigos indios se lo pasan pipa asistiendo a la tomatina (ahora todos los indios sueñan con darse de tomatazos) o corriendo los sanfermines. Os pongo un enlace a uno de sus numeros musicales rodado en Alajar (Huelva) para que veais que risa de baile-fusion que se marcan: http://www.youtube.com/watch? v=vEPB800-3AM
Y poco mas que contar de Allepy, tan solo que dormimos en un hotel con un avestruz en el que a veces los huespedes son perseguidos por pavos, aunque a nosotros no nos persiguio ninguno, detalle que Edurne siempre agradece.
Asi que nos despedimos de Allepy y nos fuimos para Fort Cochin, cogiendo mas autobuses de la cuenta. En Fort Cochin seguimos disfrutando de una habitacion inmaculada a un precio mas que razonable, definitivamente Kerala is different.
Sobre Fort Cochin, no se que contar que no se haya contado ya, es otro pequeño refugio al margen de ruido y contaminacion donde guiris de distintos colores y tamaños degustan pescado fresco al atardecer, y ademas es bonito, o no tanto, o si, yo que se, las tartas de chocolate que nos comimos alli me impiden ser objetivo en mi valoracion.
En Fort Cochin nos encontramos (deliberadamente) con unos amigos, una pareja anglo-india compuesta por una inglesa y un indio, Meredith y Hiron, con quien compartimos paseos, comidas, rickshaws y pasteles de chocolate durante los tres dias que pasamos por alli.
Otras cosas que hicimos en Fort Cochin fueron:
- Visitar tiendas (a nuestro pesar), es el precio que hay que pagar para que los señores conductores de rickshaws te hagan un tour turistico por la ciudad.
- Asistir a una obra de teatro Kathakali (a mi pesar), los que hayan leido mis blogs anteriores sabran que este magnifico arte (que no digo yo que no sea magnifico, que lo sera) no acaba de conectar conmigo, pero ejerciendo de marido ejemplar, me ofreci a acompañar a Edurne y sufrir por tercera vez (supongo que lo podeis llamar masoquismo) una obra de teatro Kathakali. Llegamos quince minutos antes para ver como los actores se maquillan sobre el escenario (fascinante), tras el maquillaje comienza una breve introduccion al teatro Kathakali, que reconozco que tiene su interes; y por ultimo comienza la obra.
Gracias a Dios no me toco la misma representacion que ya habia visto anteriormente en dos ocasiones, asi que me predispuse a mi mismo, con la mejor de mis predisposiciones, a disfrutar el espectaculo.
Paso a continuacion a narrar la obra: un demonio con pinta de malote, pero que da grititos de mariquita loca, aparece en el escenario agitando dos manojos de espinacas, y asi, con los grititos, y meneando las espinacas parriba y pabajo, se tira como diez minutos. Cuando suelta las espinacas se saca leche de las tetas y se la esparce por la cara, para parecer bonita, y oye, que lo de la leche funciona y el demonio malote y mariquita se convierte en una dama con cara avinagra, pero dama al fin y al cabo. La dama se encuentra con el bicho verde que hace las veces de heroe, que siempre va de sobrao, e intenta seducirlo. El bicho verde, que debe andar desesperao, sucumbe a los encantos de la dama de cara avinagra, y le dice que vale, que se enrolla con ella y tal, pero que primero se lo tiene que decir a su padre. La de la cara avinagra, que lo que en realidad quiere es un rollo, dice que nanai, el de verde se cabrea, la otra tambien, hasta el punto que se le corre el rimel y se vuelve a convertir en el demonio sarasa del comienzo. Y ahora es cuando el bicho verde se cabrea de verdad, y coge un cuchillo (sin perder la sonrisa, eso si) para cargarse al malo. El pobre demonio mariquita se defiende como puede con el manojo de espinacas, pero claro, no tiene nada que hacer y el bicho verde se lo carga. Luego se tira un rato chuleandose sobre el escenario, que que bueno que estoy, que mira como bailo y zapateo, y finalmente se va a contarselo todo a su padre. Fin de la obra.
A todo esto, a Edurne le encanto, si alguna vez os da por montar una obra de Kathakali en casa, no dudeis en invitarla.
- Asistir a un concierto de musica clasica india, un buen señor de Calcuta que tocaba el sitar magistralmente y otro buen señor de Cochin que tocaba la tabla de forma no menos magistral nos hicieron pasar un rato tan agradable como aquel otro rato agradable que pasamos en aquella otra ocasion que ya apenas recuerdo, pero que cuando la recuerde os la cuento.
Y poco mas. Ahora estamos en Mysore, que es una ciudad que tampoco me fascina pero por la que he pasado cuatro veces, definitivamente soy masoquista o algo. Que no, que en realidad la ciudad tiene su punto, y su palacio bonito, y su mercado, y su templo en la montaña, pero todo ello, junto con nuestra estancia en Kannur, lo dejamos para el proximo capitulo.
Besitos para todos.
Los backwaters son una red de casi 1.000 kilómetros de canales, deltas, estuarios y lagos navegables ubicados en la costa sureste de la India, junto al Már Arábigo.
Alojan múltiples y hospitalarios pueblos de pescadores que viven como hace cientos de años, con sus rústicos utensilios y las características redes chinas, utilizadas desde el siglo XIV. También son típicos de la zona los campos de arroz o té y la sorprendente variedad de especies de aves, que conforman un paisaje asombroso y una reserva ecológica salpicada de exóticos parques naturales.
Pero no tuvimos suerte con el tiempo y ante el riesgo de tormentas, que finalmente no se produjeron, decidimos no aventurarnos a hacer un recorrido por las backwaters. Y como en Allepey no hay mucho que hacer, volvimos a ver la pelicula boliwodiense rodada en España en la que unos amigos indios se lo pasan pipa asistiendo a la tomatina (ahora todos los indios sueñan con darse de tomatazos) o corriendo los sanfermines. Os pongo un enlace a uno de sus numeros musicales rodado en Alajar (Huelva) para que veais que risa de baile-fusion que se marcan: http://www.youtube.com/watch?
Y poco mas que contar de Allepy, tan solo que dormimos en un hotel con un avestruz en el que a veces los huespedes son perseguidos por pavos, aunque a nosotros no nos persiguio ninguno, detalle que Edurne siempre agradece.
Asi que nos despedimos de Allepy y nos fuimos para Fort Cochin, cogiendo mas autobuses de la cuenta. En Fort Cochin seguimos disfrutando de una habitacion inmaculada a un precio mas que razonable, definitivamente Kerala is different.
Sobre Fort Cochin, no se que contar que no se haya contado ya, es otro pequeño refugio al margen de ruido y contaminacion donde guiris de distintos colores y tamaños degustan pescado fresco al atardecer, y ademas es bonito, o no tanto, o si, yo que se, las tartas de chocolate que nos comimos alli me impiden ser objetivo en mi valoracion.
En Fort Cochin nos encontramos (deliberadamente) con unos amigos, una pareja anglo-india compuesta por una inglesa y un indio, Meredith y Hiron, con quien compartimos paseos, comidas, rickshaws y pasteles de chocolate durante los tres dias que pasamos por alli.
Otras cosas que hicimos en Fort Cochin fueron:
- Visitar tiendas (a nuestro pesar), es el precio que hay que pagar para que los señores conductores de rickshaws te hagan un tour turistico por la ciudad.
- Asistir a una obra de teatro Kathakali (a mi pesar), los que hayan leido mis blogs anteriores sabran que este magnifico arte (que no digo yo que no sea magnifico, que lo sera) no acaba de conectar conmigo, pero ejerciendo de marido ejemplar, me ofreci a acompañar a Edurne y sufrir por tercera vez (supongo que lo podeis llamar masoquismo) una obra de teatro Kathakali. Llegamos quince minutos antes para ver como los actores se maquillan sobre el escenario (fascinante), tras el maquillaje comienza una breve introduccion al teatro Kathakali, que reconozco que tiene su interes; y por ultimo comienza la obra.
Gracias a Dios no me toco la misma representacion que ya habia visto anteriormente en dos ocasiones, asi que me predispuse a mi mismo, con la mejor de mis predisposiciones, a disfrutar el espectaculo.
Paso a continuacion a narrar la obra: un demonio con pinta de malote, pero que da grititos de mariquita loca, aparece en el escenario agitando dos manojos de espinacas, y asi, con los grititos, y meneando las espinacas parriba y pabajo, se tira como diez minutos. Cuando suelta las espinacas se saca leche de las tetas y se la esparce por la cara, para parecer bonita, y oye, que lo de la leche funciona y el demonio malote y mariquita se convierte en una dama con cara avinagra, pero dama al fin y al cabo. La dama se encuentra con el bicho verde que hace las veces de heroe, que siempre va de sobrao, e intenta seducirlo. El bicho verde, que debe andar desesperao, sucumbe a los encantos de la dama de cara avinagra, y le dice que vale, que se enrolla con ella y tal, pero que primero se lo tiene que decir a su padre. La de la cara avinagra, que lo que en realidad quiere es un rollo, dice que nanai, el de verde se cabrea, la otra tambien, hasta el punto que se le corre el rimel y se vuelve a convertir en el demonio sarasa del comienzo. Y ahora es cuando el bicho verde se cabrea de verdad, y coge un cuchillo (sin perder la sonrisa, eso si) para cargarse al malo. El pobre demonio mariquita se defiende como puede con el manojo de espinacas, pero claro, no tiene nada que hacer y el bicho verde se lo carga. Luego se tira un rato chuleandose sobre el escenario, que que bueno que estoy, que mira como bailo y zapateo, y finalmente se va a contarselo todo a su padre. Fin de la obra.
A todo esto, a Edurne le encanto, si alguna vez os da por montar una obra de Kathakali en casa, no dudeis en invitarla.
- Asistir a un concierto de musica clasica india, un buen señor de Calcuta que tocaba el sitar magistralmente y otro buen señor de Cochin que tocaba la tabla de forma no menos magistral nos hicieron pasar un rato tan agradable como aquel otro rato agradable que pasamos en aquella otra ocasion que ya apenas recuerdo, pero que cuando la recuerde os la cuento.
Y poco mas. Ahora estamos en Mysore, que es una ciudad que tampoco me fascina pero por la que he pasado cuatro veces, definitivamente soy masoquista o algo. Que no, que en realidad la ciudad tiene su punto, y su palacio bonito, y su mercado, y su templo en la montaña, pero todo ello, junto con nuestra estancia en Kannur, lo dejamos para el proximo capitulo.
Besitos para todos.
Yo vestida de india de verdad (esto no tiene nada que ver con este post, pero ahi va) |
Nuestro hotel en Allepey |
Redes chinas en Fort Cochin |
Nuestra estupendisima guest house en Cochin (Marimar, necesito el ultrasonido antiperro pero ya) |
Una iglesia en Cochin |
Una calle de Cochin |
Kathakali (el de las lechugas era el malo y uno que llevaba espadas el bueno, a ver como se come eso) |
Kathakali |
Arbol de mugnecas en un templo a Kali |
Primer plano de las mugnecas en el arbol |
Intentando darle sentido a las mugnecas del arbol (con Meredith y Hiron) |