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domingo, 7 de agosto de 2011

Trichy (o Tiruchipalli)

Edurne, que es lista como ella sola, me ha dejado el trabajo sucio, que en el caso que nos ocupa, no es otro que contar nuestro paso por Trichy y Tanjore. Y digo trabajo sucio porque no hay mucho que contar al respecto, ademas, que a mi solo se me da bien contar casos de corrupcion, extorsiones, robos y asesinatos, y llevamos dos dias muy tranquilos en este aspecto. En fin... ahi va el intento:

Madrugamos en Mamallapuram para coger un taxi que habiamos contratado el dia anterior para que nos llevara a Chengalpattu, desde donde partiria nuestro tren con destino Trichy. Observacion: de nada sirve madrugar, si el taxista con el que has quedado no hace lo propio. Resulta que el tio se durmio, o no se acordo de recogernos, o cualquiera sabe, pero gracias a un par de llamadas que un amable lugareño hizo por nosotros, el taxista llego solo media hora tarde, y llegamos a Chengalpattu con tiempo suficiente para coger el tren.

La mejor forma que se me ocurre de describir el viaje en tren hasta Trichy es esta: vamos sentados mirando por la ventanilla y mirando el paisaje mientras el aire agita nuestros cabellos (sobre todo los mios), por el pasillo del tren pasa gente repitiendo a gritos el nombre de las cosas que venden, compro un chai y lo acompaño con una galleta. Ya.

La estacion de tren de Trichy no esta muy alejada de la zona en la que tenemos intencion de alojarnos, asi que decidimos caminar en busca de un hotel. Muchas veces, la eleccion de hotel esta determinada por la temperatura y la humedad relativa del aire. En Trichy, a las dos de la tarde, hacia mucho calor y bastante humedad, asi que despues de haber caminado un rato con la mochila, ya hay ganas de soltarla. Aun asi, resistimos la tentacion de quedarnos con la primera habitacion que vimos y optamos por ver una segunda, que finalmente fue la elegida.

Tras un pequeño descanso, que tal vez me acabe de inventar, decidimos irnos a visitar las dos maximas atracciones de la ciudad: el templo de Ranganathar y el templo del Fuerte en la Roca.
Para llegar a ellos hacemos uso de autobuses locales, que aqui son una especie de discotecas moviles, la mayoria estan tuneados con altavoces que emiten a toda pastilla musica india, pero moderna, demasiado moderna para mi gusto (Edurne dice que es el tipo de musica que le gustaria a su padre, al que aprovecho para saludar, hola Juan Manuel, vaya gustos que tienes!). Nuestra intencion era ver primero el templo del Fuerte en la Roca, pero sin saber muy bien como, atendiendo a las sugerencias, o tal vez ordenes (es dificil apreciar la diferencia) de los revisores de autobuses, acabamos llegando al templo de Ranganathar.

El templo de Ranganathar es un complejo inmenso, algo parecido a una ciudad en la que conviven sacerdotes, fieles, vendedores de todo lo que se pueda vender, mendigos y... gente sin clasificar. Contratamos un guia para que nos guiara (al fin y al cabo es lo que hacen los guias) por aquel universo tan particular, asi que durante algo mas de una hora estuvimos deambulando de aqui para alla, escuchando historias de la mitologia hindu, participando en algun rito, y en mi caso, siendo bendecido por un elefante, que si, que los elefantes tambien bendicen, os lo digo yo; uno tiene que ponerse frente al elefante, depositar una o dos rupias en su trompa y esperar a que el bicho te de el trompazo (y creo que es la primera vez que hago un uso literal de esta palabra) en la cabeza. Edurne, que como la mayoria sabeis, tiene miedo a todo lo corre, vuela, nada o se arrastra, rechazo las amables invitaciones del guia para que se pusiera frente al elefante, pero tuvo el valor suficiente como para apretar el boton de la camara desde unos escasos... diez o quince metros,  poco a poco, poco a poco...

Encantados y casi me atreveria a decir que maravillados con la visita a Ranganathar, cogemos otro autobus para visitar el Templo en la Roca, al que se accede tras atravesar una calle-bazar abarrotada a mas no poder por gente que compra, y gente que vende claro. El llamado Templo en la Roca esta, como cabia imaginar, en una roca (la logica de los indios es inapelable), y para llegar hasta el hay que subir unos cuatrocientos y pico escalones. Llegamos a la cima al atardecer para apreciar unas bonitas, o tal vez no tanto, vistas de la ciudad. El templo en la cima solo es accesible para hindues, y aunque yo lo soy, en una proporcion del 20 o 25%, se ve que no es suciente, asi que no pudimos entrar.

Tras bajar del templo y atravesar la calle-bazar visitamos la iglesia de Lourdes donde se estaba celebrando una misa, siempre es curioso ver a mujeres vestidas con sari rezando el padrenuestro. Bastantes asistentes tratandose de una misa de Jueves por la tarde, y mucha gente joven. Permanecimos un ratito contemplando la ceremonia y escuchando los canticos en tamil.

Y con un arroz con verduras en un garito cercano al hotel, doy por finalizado el capitulo dedicado a Trichy, aunque... tras nuestro paso por Tanjore, volvemos a estar en Trichy, y estaremos por aqui hasta mañana por la noche, momento en el que cogeremos un tren hacia Rameshwaram. Si esta nuestra segunda estancia en esta ciudad deparara algo digno de ser contado... lo contaremos, y si no... pues ya contaremos otra cosa.

ADDENDA:
Trabajo sucio el mio (Edurne) de poner las fotos... aunque hoy creo que la conexion es mejor y sudare un poco menos. El dia de hoy en Rameshwaran (ira por ti, Juan, pasatelo muy bien en tu superviaje), creo que tambien lo va a contar a contar Rafa porque el se acuerda de todos los detalles y lo de hoy no ha tenido desperdicio... Que cosas mas raras vemos y hacemos todos los dias, a punto he estado de meter la pata otra vez... Pero bueno, voy a poner fotos de Trichy ahora, que vamos con retraso y aun nos queda Tanjore por actualizar.


El impresionante templo de Trichy  
(el de Villabajo)









Momento elefante 
(yo de nuevo me perdi unas bendiciones quiza necesarias)
 


Momento trompazo (pero sobre otra persona porque a mi no me dio tiempo a captar el de Rafa, pero fue igualito, yo crei que le succionaba la cabeza)
  

Esto era para ver si iriamos al cielo o al infierno. Metiendo los dedos por ahi y haciendo contorsionismo, habia que ver una puerta al fondo de un pasillo. Yo no vi la puerta y encima menti y le dije al guia que si, que la habia visto. Asi que ya sabeis cual es mi sino.


Esta es la puerta
 


El templo de la Roca (en Villarriba)


La Iglesia de Lourdes por fuera


La Iglesia de Lourdes por dentro


Una fruteria muy mona  


4 comentarios:

  1. Holaaa!!! La próxima vez que os lea estaré en singapur o en malasia o en tailandia, juhuuuu!!!! Quiero fotitos de rameshwaran, uno de mis lugares favoritos del mundo...Un besazo y hasta pronto. Juan.

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  2. hola,pues para no tener mucho que contar lo haces de maravilla.
    Que pena por no haber puesto la foto del trompazo para estar riendonos hasta que volvais
    besos Meme

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  3. Con una Edurne,según Rafa,lista como ella sola y un Rafa sin un pelo de tonto ,según dice todo el mundo,parece que estamos viviendo el viaje de modo "interactivo",quiero decir con vuestra forma de contarlo y nuestra imaginación (así me gusta viajar a mí),y lo que es mejor me río a mandíbula batiente,porque os habéis juntado el hambre y las ganas de comer,vaya sentido del humor que tenéis.Por cierto,ese indiecito de chocolate ...Edurne,has tenido una conversación con su madre?...Ummmmm.Ahora en serio,seguid disfrutando a tope,que por lo que veo os quedan muchas vivencias por experimentar,para cuando no podáis,tiréis de las rentas que este viaje os va a proporcionar.Un abrazo como la India de grande.
    Papá-mamá Garrido Anes.

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  4. Todo me da envidia menos el calor!! Me ha recordado un poco a cuando hice el camino de Santiago, mochila a cuestas y buscando albergue u hotel (lo que hubiera más cerca en cada localidad) para paliar los efectos de un sol abrasador. Besos y seguid disfrutando. Aquí llueve. xxx

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